Gabriel Hernández Cruz
@GabrielHdzCruz
Hablar de mi niñez es muy difícil ya que me la pase en los hospitales y visitando la universidad. Los hospitales porque era un niño muy enfermizo desde los dos hasta los siete años iba constantemente a visitar el hospital por problemas de las vías respiratorias y porque tenía epilepsia. A la universidad iba porque mi mamá estaba terminando su carrera en la facultad de arquitectura en la máxima casa de estudios en la UNAM.
Me contaba mi mamá que una vez me toco estar internado en mi segundo cumpleaños dice que hubo fiesta en el hospital, hubo pastel, payasos y que varios niños que estaban internados fueron los invitados de honor, claro yo ni me acuerdo, pero ya más grande como a los siete años en otra de mis visitas al nosocomio esta vez por un ataque de epilepsia me toco una celebración del día del niño, esta vez si disfrute los regalos y los magos que nos hacían pasar un día lleno de alegría. Afortunadamente ya me recuperé, y los siguientes festivales infantiles ya fueron en la primaria en la que estudiaba, iban compañías refresqueras y de jugos a regalarnos sus productos y me la pasaba muy bien con los amigos del colegio. Las fiestas de cumpleaños no existían ya que mis papas pensaban que eran muy caras y en su lugar nos daban juguetes y viajes. Al principio si me molestaba pero como muy pocos amigos hacían fiestas en su casa, la verdad ya no me importo después. En fin tuve una niñez que disfrute mucho, pero hubo momentos que tuve que ser más responsable como hermano mayor, por ejemplo cuidar a mis hermanos, y ser valiente ante ellos cuando paso el terremoto del año ochenta y cinco, yo vivo en la colonia Roma y la colonia fue muy afectada durante ese terrible suceso.
Algo que recuerdo mucho en mi niñez es que se nos enseñaba a respetar mucho a la gente grande, jugábamos mucho en la calle sin ningún problema, veíamos la tele, pero había programas muy divertidos como burbujas, el duende bubulin, rehilete y toda la barra del canal once, un sin número de programas que nos hacían pensar y hacer volar la imaginación. La tecnología sólo era representada por algunas películas y el atari. A pesar de toda la diversión que tenía a mi alcance me daba tiempo también de estudiar y hacer mi tarea. Salir a dar paseos en bici con mis amigos y jugar la reta de futbol con mis primos.
Una niñez como la de muchos llena de ilusiones y de fantasías, que afortunadamente todavía sigo guardando en lo más profundo de mi imaginación.
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